105.

Hay dos maneras de explotar: llenándose o vaciándose. Hay dos maneras de explosión: llanto o silencio.

104.

Hay palabras rotas que merecen una caricia. Hay palabras que son caricia. Hay gente rota. Hay palabras. Hay caricias.

De instagram. 

99.

Está lloviendo ahí
y aquí dentro
hay olor a tierra mojada.

98.

Estoy hundida en el papel
y las palabras caen
pero a veces no caen como salvavidas.

Aunque las escriba como salvavidas.

97.

Y entonces te enteras
que ganaste una batalla
en la que nunca peleaste.

96.

Colocan mis ojos
en mis párpados cerrados
están cansados
y no dejan de girar
y en la última vuelta
abren algo: intentan mirar.

95.

Esperarte es el patio de mi casa.

94.

Soy de noviembres.

Aquí noviembre.

Aquí no hace frío.

En ti sí.

Más aquí
más adentro
más cerca.

Estoy a nada de morir congelada.

92.

Pedirle que haga ruido cuando me hundo, ha sido una derrota.
Yo siempre exijo silencio,
yo elijo cómo he de desaparecer.

91. Cuídate en tu camino de vuelta

Estoy intentando tanto olvido
que ya no oigo pasos marcharse
ni amigos viniendo.

90. No me siento sola, me siento sin ti

Para estar contigo
tengo que soltarme a mí,
y a mí siempre me ha gustado estar sola conmigo.

89. Mi voz es un cartel de aviso

Ella me avisa quebrada
que me vas a romper.

87.

Nuestros pasos en la calle
se convierten en gotas.
El pasado,
es agua sucia.

86.

Te busco en la oscuridad
con la incoherencia
del que pide que no le haga daño
a la granada que está sosteniendo.

85. Decías mucho pero a veces te sobraban palabras y te hacían falta algunas a

Era tu mano
la que buscaba la mía.
Era a tu mano
la que buscaba la mía.

84.

El tiempo que te costó
empezar a extrañarme
fue el mismo que me costó
empezar a soltarte.

83. Hermanas

Nuestos primeros recuerdos juntas están vivos en otra memoria.

82.

Cuando la moda pasa
¿qué queda?
lo estragos de un amor roto

80.

Ya ninguna camina descalza
ya no hay vidrios que poder pisar
ya no hay de qué preocuparse.

Ahora que ninguna camina descalza,
ahora que aprendimos a cuidarnos los pasos,
ahora tú deberías hacer tu camino
ahora yo debería hacer mi camino
ahora que ya aprendimos
ahora ya no nos necesitamos.

79. Tu ventana abierta siempre me dirá que me tengo que ir

Estabas abrazada a mí
y mientras tus sueños se desenredaban
yo intentaba soltarme
y mientras lo hacía
agarré
sin querer
un poco de luz.

78.

Las puertas no se abren
cuando al otro lado no hay nada,
las puertas no se abren
si al otro lado hay vacío.

O al menos, no deberían.

77.

Y me quedé esperando
en la vereda de aquel río
a que fuera mentira
lo que me habías dicho.

Y como continuabas viéndome
no quise hacerte saber
que te escribiría un poema
entonces me quedé en silencio
aprendiéndomelo de memoria.

76.

Quién soy cuando no creo
me pregunto
una niña desconfiada
me contesto
no, quién soy cuando no creo
me pregunto otra vez

y después de sentirme vacía por un segundo
escribo esto.

75.

Incoherente

Del latín: incohaerens.

Significa: cualidad del que no tiene una relación lógica.

Como quien busca un corazón sin fisuras.

73.

Estaba escribiéndote un poema
y se me cayó, del renglón, el punto final.
No sé dónde está ahora.
Entonces supongo que esta es la mejor manera
de no terminar un poema,
la mejor mentira
para no dejar de escribirte.

72.

La oscuridad, a veces, aclara más.
He visto mejor
los destellos de luz
con los ojos cerrados.

71.

Me regalaron un libro
y llegando al final una hoja doblada,
supongo que estaba sin terminar
supongo que hay cosas que todavía duelen.

69.

Me colocan -siempre- en el otro lado de la calle
y si no
me coloco yo,
a veces
porque suelo buscarme en la tristeza
a veces
porque no saben dónde ponerme
a veces soy -de ellos- la que sobro
a veces soy -de mí- lo que sobra.

66.

Y al final vuelvo sobre nuestros pasos
para corregir poemas
que hablan de cosas
que ya no siento.

61.

Hay personas a las que les gusta hacer de la herida vieja ya cicatrzada un dolor punzante en el pecho.
No soportan hacer menos daño que quien estuvo antes.
Camina con cuidado,
no hay gatos sin uñas
ni hay amor que no esté planeando tu muerte.

59.

En mi infancia odiaba las flores
odiaba que las arrancaran
odiaba que crecieran
odiaba que no crecieran y que algunas fueran feas.
Odiaba la tristeza inherente a sus pétalos.
Odiaba la fragilidad y belleza que suponían.
Olvidando mi infancia, las flores y mis recuerdos,
cómo me gusta cuando un padre le regala flores a su hija.

56.

Después de ser feliz,
sólo me resta cerrar los ojos
y dejarme caer de espaldas al olvido.

52. Ojoscorazón.

Cuando vienes
me calla tu presencia
y me ciega lo hermosa que eres.

Perdón.
Sólo veo eso.

Siempre te he mirado
con los ojos cerrados.

51.

Y sé
que tus piezas
encajan perfectamente
con las de alguien más.
Pero por favor
no dejes
que nuestros recuerdos
dejen de encajar.

48. Nuestro final es tu principio.

No pares
de buscar
en otros
lo que me diste a mí.

47.

Irme
cuando tú te vas
y abandonar ese lugar.
Volver es más difícil que irse,
quedarse también.

El sitio,
los recuerdos,
las palabras.
Montaña rusa de emociones
y todas contradictorias.
¿Cómo salgo de ahí sin dejarme a mí en el pasado?
si te quiero dejar en el pasado,
si nos quiero dejar en el pasado.

Hay valientes que después de la muerte cargan con su cuerpo,
cobardes que cargan con su cuerpo antes de la muerte,
quiero decir
de las despedidas.

Y yo cargo con el de ambas.

Te despedías de mí mientras le sonreías a alguien más,
no te salves si nos vas a hundir a todos en el camino, mi amor.

Nuestro último recuerdo juntas es un recuerdo que no quería crear.
Dormíamos en la misma curvatura
y tu gata se me enredaba en el pelo,
y tú soñabas con alguien más
y hablaste su nombre
y yo dibujé corazones en tu espalda
y maldije al mundo.

Y me voy para no abandonarte.

En este juego
o te pillas o te pilla,
o gritas mi nombre o lo lamentas.
Por eso grito en tu espalda así no te nombro de frente.

Si te vas tú la primera
que sea por la puerta de atrás
que es la más difícil de ceder
y así podría costarme ir tras de ti
y tal vez me arrepienta
y te dejo
de una vez por todas
en paz.

Ahora
todas tus grietas
se parecen a mí.

46.

Cómo voy a creer en mí
si soy atea en el día
y creyente en la noche.

Si atiendo a tus llamados en el día
y voy tras ella en la noche.

Si ya no sé ni mi nombre.
¿A quién debería rezarle?

45.

Hoy me desperté
sola
en tu cama
y sentí vergüenza.

Y desperté
y estaba en mi cama
y sentí alivio.

Las personas no se olvidan
se van apagando
así
despacio
después
como mis incendios.

44.

Pensando en el futuro
sigo estancada
sin hacer nada
en un día sin fecha
sin color
en el presente.

43.

Si me quieres ver
ven
a donde me dejaste la última vez.

42.

Después de todo el barullo que hace mi cabeza sería una falta de cordura quedarme callada.

41. Otra vez.

Me he susurrado tu nombre
y alguien me ha escuchado
y ha preguntado «quién»
y no he sabido qué contestar.

40.

Quererme nunca me dolió tanto
como cuando me fallaste

y me tuve que ir.

39. Pero de recuerdos no se vive.

Cuando quise recordar tu risa
y no la escuché
se me paró la vida.

Tal vez me duela más olvidarte que este propio dolor.

38.

Te he abrazado en un sueño,
te he apretado tanto que creí que no te irías.
Te he querido tanto,
te lo he dicho.
Y he despertado,
y no estabas,
y ahora tengo miedo de que no lo sepas.

37.

El desamor
al primer descuido
te clava su puñalada.

Te regalo mi razón.

36.

Saberlo
fue tan simple
como regalarte una pieza de nuestro suelo.

No la guardaste,
no la necesitabas.

Y yo tampoco.

35. Tengo frío y miedo.

Yo nos cumplo las promesas
con los ojos cerrados
hablándote de espaldas
sintiendo
cómo tú corres por la puerta de atrás.

Eras la mentira más falsa e irreal que me hice creer.
Debí dejar de agarrarme las piernas a abrazos,
de secarme los ojos cuando lloraba para que no lo vieras,
de cercarme las esquinas cuando estaba más perdida que sola
para intentar guiarme en la oscuridad.

—En mi oscuridad me veo
en tu luz deambulo
y aquí me pierdo—

Camino hacia el norte
hasta que el norte se vuelve sur,
se juntan
y tú y yo ya no.
Y quise irme,
iluminé mi camino
enojada
triste
mojada
quise entender
que quizá primero tenía que irme aún estando
probar
besarte y odiarte
tocarte y no sentir deseo
hablarte y no necesitar tu voz.

El techo quedó en mi suelo
y mi sueño se inundó.

Lo que no te mata te deja con ganas.
Y yo sigo con ganas de despertarme a tu lado.
Me perdí en tus sábanas
y pasé frío.
Me mojaba la cara antes de dormir
para dejar de soñar contigo.
La soledad a veces es eso
dormir con alguien y soñarlo,
sentir la tormenta dentro
y que no hayan brazos salvadores.

Lo que no te mata te deja con ganas:
de sentirte querida,
de sentirte segura,
de que no te dé miedo la sombra al otro lado de la cama,
de que dormir
no se trate de engañar al reloj,
de que cada vez que tenga que bajar la música
sea
para escucharte
y no
para callar recuerdos.

34.

Me tiembla el cuerpo de frío
digo
pero sé que no es por el frío.

Debe de ser otra cosa.

Ojalá vinieras a explicármelo.

33. Cada pregunta calla a otra pregunta cuando ya no quiero la respuesta.

Cada pregunta lleva a otra pregunta
y a otra pregunta
y a otra pregunta
y en ese interminable hilo
descoso
lo que con mucho esfuerzo me costó terminar
¿no hubiese sido más fácil decirme las respuestas?
si tú te las sabías todas
y los trucos
y la salida
que espero
ojalá
no vuelva a ser comienzo.

Nuestro amor fue dos días
el primero y el segundo
y el primero y el segundo
y el segundo
y nunca de nuevo el primero
y el segundo
y siempre distinto.

No lo quiero de nuevo si sé
que voy a salir perdiendo
si voy a salir ya sin sangre
y sin ganas
de volver
a encender
otro principio.

No estás sola
estás sin mí.

Que no te duela nada ahora,
que no te duela mi tristeza en la garganta,
que no te ahogen los nudos,
que no te cierren los ojos.

Cada pregunta calla a otra pregunta
cuando ya no quiero la respuesta.

32.

Me dio coraje la valentía que tuviste al volar sin mí
así que volé sin ti
y me di contra la soledad.

31.

Tu nombre es la palabra más infinita que he conocido.

30.

Mis pesadillas han evolucionado
y ahora son sueños contigo.

Y despierto acojonada.

29. Impuntualidad.

No te diste cuenta que mientras me quemaba
no gritaba.

Me salvaste a destiempo.

No es nuestra culpa.

28. Amigos.

Cuando dejo de brillar
ellos empiezan a bailar a mi alrededor.
Y vuelven a encenderme.

26.

Tenerte delante
dejar de verte
y soñar mil cuentos
ensimismada y perdida
en tus pestañas
en tus ojos
en tu boca
y volver,
y verte ahí
a ti
es
lo mejor de todo.

Nunca dejes que deje de soñar.

25.

Cuando no lo miras
miro nuestras sombras en la pared
y la mía quieta
y la tuya huye.

24.

El amor estaba ahí,
en mí viéndote dormir
y en ti dormida,
en mí
y el nudo en la garganta
que callaba el miedo que tenía
de que dejaras de ser tú,
que dejaras mi amor
en algún otro lugar
olvidado
y quieto
y callado
y tal vez encerrado,
en mí diciéndote
lo que eras
y lo que hacías en mí.

El amor estaba ahí,
en ese lugar
donde no hacían faltas tus preguntas
ni mis respuestas,
estaba ahí
pero no quisiste
despertar para verlo.

23.

El mundo es gigante cuando eres pequeño y pequeño cuando eres gigante.
Quiero decir: me siento gigante pero estoy solx.

22. Silencio.

Después de tantas despedidas
a gritos
la que resultó de verdad fue la que no escuchaste
fue la que nunca anuncié.

21.

Nunca creí que la necesidad de los que tienen los colmillos afilados

fueran labios de persona como tú.

18.

Yo ya no puedo sentir por todos
me rindo
¿en qué momento se empieza a disfrutar?

17.

Deja de verme así
que presiento que estás conociendo todos mis secretos
y me aterra.

16. Nos tengo malas noticias;

Me miro en el espejo pero sigo sin verme
continúo mirando y te busco:
sigo sin encontrarnos.

15.

Callé
y dejé que pelearas con mi silencio
mientras yo estaba en guerra con las palabras.

14. Cómo decir te quiero.

Me dejaste una carta en blanco

dices

yo sólo intenté escribir lo que todavía no te había dicho

quiero decir

que ya te lo he dicho todo

que usé todas las palabras posibles

que lo dije en todas las maneras posibles

que no guardé nada para mí,

y cuando decidiste irte

no las dibujé ni susurré más

me tomó tan de sorpresa/

sentí el mismo vacío que tú

al querer encontrar algo
en un pedazo de papel.

13.

Cuando hay sol quiero la lluvia
y cuando viene ya no la quiero.

Y nunca creo en quien cree en mí.

12.

Nuestros sentimientos están escritos en una hoja de papel,

estamos guardándolos en una botella
y el agua que se cuela nos está deshaciendo.

11.

Volver sería ensuciar cicatrices,
no limpiarlas,
sería querer borrar el error
no sólo olvidarlo.